Deficit de atención y su relación con la ansiedad en el colegio

Sin duda que el espectro de comorbilidades asociados al TDAH puede dar pie a ciertas confusiones.

La ansiedad, la depresión y otras condiciones que pueden aparecer o no junto al déficit de atención pueden parecerte un nudo difícil de desatar, pero si cuentas con la ayudas de profesionales, de tu pareja y de personas relevantes en el entorno del infante con TDAH, seguramente habrán mejoras significativas en su situación. Analicemos cómo la ansiedad se relaciona con el déficit de atención.

La ansiedad, TOC y situaciones asociadas : ¿necesariamente vienen junto al TDAH?

De acuerdo a las observaciones de especialistas como Maite Ferrin, psiquiatra del Servicio Navarro de Salud, los cuadros de ansiedad acompañan al TDAH, en una proporción cercana al 30% de los niños que tienen esta condición.

Los problemas de adaptación que el infante pueda tener en su entorno escolar inmediato, pueden potenciar y agravar los distintos episodios asociados a la ansiedad en cada niño. Cabe destacar que hay ciertas variantes del TDAH cuya naturaleza podría estar más asociada a la ansiedad que otras.

El subtipo de TDAH inatento, por ejemplo, hace más proclive la aparición de episodios de ansiedad por separación, en tanto que el Trastorno de Ansiedad Generalizada podría ser causa del TDAH combinado (que suma la hiperactividad e impulsividad a su sintomatología).

Una evaluación exhaustiva del niño por parte del especialista puede ser de inmensa ayuda para anticiparte a la posible naturaleza de los episodios de ansiedad y cómo sobrellevarlos con tu hijo.

·        Ansiedad por separación

                Este tipo de ansiedad puede producir episodios de gran intensidad que pueden ser bastante difíciles de manejar.

Típicamente se producen por un temor creciente en el niño a estar separado de sus padres o sus seres queridos, debido a una situación traumática  (muerte, accidente, partida de un familiar sin explicación). Es preciso aclarar que tal situación puede ser improbable o totalmente subjetiva en la mente del niño, y aun así producir somatización, afecciones motoras y un estado de alerta e hipervigilancia sostenido.

·        Trastorno obsesivo compulsivo (TOC)

La sensación de pérdida probable de un ser amado, o una presión excesiva para cumplir objetivos en el entorno escolar, entre otras causas, puede desencadenar obsesiones y actitudes repetitivas asociadas. También estaría asociado a efectuar actitudes disruptivas por parte del infante. Este podría preguntar demasiado sobre algún ser querido, o presentar hiper-concentración en una tarea aparentemente sencilla.

·        Situaciones estresantes en el ambiente escolar

Experiencias adversas con los compañeros de la escuela o con los profesores acumulan una tensión constante, a la cual debes prestar atención. Los cambios repentinos de dificultad en los deberes, el aumento en cantidad de los mismos, o correcciones en las tareas pueden agravar las somatizaciones que experimenta el niño con TDAH.

De manera que, una vez identificados las posibles situaciones y episodios que pueden acarrear el TDAH, es preciso que sepas cuáles son los síntomas más frecuentes relacionados.

Síntomas más frecuentes de la ansiedad y el TDAH

Los indicios motores frecuentes que evidencian el TDAH junto a la ansiedad son: sensaciones de fatiga intensa, intranquilidad, agitación, tensiones a nivel muscular, temblores y contracciones rápidas.

El cuadro sintomático de hiperactividad vegetativa es un fuerte indicador del trastorno, y puede incluir algunas manifestaciones como: falta de sueño, ganas de orinar frecuentes, sensación de ahogo, escalofríos, diarrea, náuseas, súbita pérdida del equilibrio, molestias a nivel del abdomen, humedad y frialdad en las manos, mareos y taquicardia.

Un cuadro constante de hipervigilancia es bastante común en episodios asociados al déficit de atención y ansiedad: tu niño o niña puede sentir que algo malo va a pasar, mostrarse sumamente irritable, de un momento a otro presentar “la mente en blanco”, una respuesta excesiva de alarma y problemas para conciliar el sueño.

Tratamiento conjunto de cuadros de ansiedad y déficit de atención

Debes tener presente que el tratamiento de la ansiedad asociada al TDAH requiere un enfoque particular y holístico, con la finalidad de que la intensidad de los síntomas y de los episodios se vaya reduciendo según vaya progresando tu hijo o hija.

Un tratamiento farmacológico estándar (Atomoxetina, Metilfenidato según se requiera) y técnicas de relajación pueden ser gran complemento para la terapia psicológica y la intervención familiar y escolar.

En el entorno escolar, es necesario un seguimiento constante por parte de los profesores y personas de confianza alrededor del niño o niña con TDAH.

Debes estar pendiente de que no hayan efectos secundarios significativos del medicamento y que la toma del mismo no se convierta en un estigma para tu hijo o hija en su entorno, y los profesores y compañeros de la escuela deben realizar un esfuerzo para entender tal condición, e intentar aceptar la diferencia del infante, el cual posee en sí posibilidades de crecimiento y realización más allá del TDAH.