Deficit de atención y su relación con la depresión en la escuela

A pesar de los actuales avances en pediatría, neurofisiología, psiquiatría y otras áreas relativas al trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), no siempre se detecta claramente y a tiempo cuando esta condición comienza a hacer estragos en nuestros pequeños. Más aún, la depresión, es un enemigo silencioso que puede comenzar a echar raíces en el comportamiento de los niños.

De manera que en el presente artículo te presentaremos claves importantes para comprender la estrecha relación que existe entre el TDAH y la depresión leve o crónica en la escuela. Comencemos.

“Es que él o ella es así”: ¿Hasta qué punto puede ser cierto?

Buena parte de los padres de los niños con TDAH suelen creer que el carácter impetuoso y la falta de enfoque son algo “normal” en las primeras etapas de desarrollo. Es bastante difícil de detectar a priori comportamientos o indicios realmente evidentes de TDAH en un niño.

 No obstante, como primer indicio, creemos que si ese carácter impulsivo, falta de enfoque prosigue en un niño o niña pasados los 3 años de edad, tienes que tomar ello en cuenta. Además, es preciso evaluar su comportamiento y desempeño en la escuela, con la ayuda de profesores y personas relevantes en el entorno del niño o niña.

Si tu hijo o hija presenta muy poca concentración, agresividad excesiva con sus compañeritos, poca disposición para escuchar narraciones, dificultades de aprendizajes de colores, letras, de números, falta de comprensión de la silueta humana y un manejo deficiente de su capacidad lingüística, es necesario que prestes mucha atención y busques ayuda e información por parte de sus maestros o personas relevantes de su entorno.

Es preciso que también tengas en cuenta los antecedentes de salud de tu hijo, si el embarazo tuvo complicaciones, si fue dado a luz de modo prematuro o si algún familiar o algunos de ustedes como padres, tiene TDAH. Es algo sumamente duro de admitir y trabajar, pero cuanto antes, mejor.

La progresiva exclusión: peligroso aliado de la depresión y el déficit de atención

Algo que debes tener muy en cuenta como padre o madre, es que el trastorno de déficit de atención puede acarrear consecuencias graves para tu hijo o hija, si no se lleva a cabo un tratamiento adecuado y oportuno con terapia ocupacional y medicamentos, según el caso específico del paciente.

Lo “impetuoso” o “inquieto” en un infante con TDAH podría hasta verse como positivo respecto a no esperar su turno en todo juego, y en querer “ganar siempre”, pero ello constituye una visión sesgada de la situación general, aunado también por una inclinación cultural obsesionada con el éxito, que puede obviar comportamientos que a la larga causarán un deterioro psicológico en el niño o niña, y entorpecimiento en las relaciones con su entorno.

Al aumentar las conductas díscolas, erráticas y al degenerarse o detenerse el desarrollo del lenguaje como vínculo entre el niño y el entorno, es inevitable que la exclusión del infante se agudizará, especialmente si el infante con TDAH constituye una irrupción en extremo novedosa para tal entorno.

De manera que la detección temprano de la exclusión o rechazo creciente de un niño con TDAH por parte de su entorno escolar más inmediato, es uno de los primeros indicadores para al menos efectuar una evaluación holística sobre cómo tu hijo se conecta o no con sus amigos y compañeros de juego, cómo responde a la autoridad y a las tareas dadas por sus profesores, consejeros escolares o modelos similares.

Es posible, mediante una terapia asertiva y empática, y con medicamentos adecuados, una paulatina integración por parte del niño a su entorno escolar más inmediato.

Recordemos que el cerebro de un niño con TDAH es sumamente distinto en sus reacciones químicas y en su neurofisiología asociada, así que es un gran paso el que como padre o madre, junto  a un especialista, puedas asumir la ardua pero hermosa tarea de apoyar a tu hijo, para que la exclusión no deje huellas duraderas en el comportamiento y en la visión de mundo de tu infante.



La superación de la depresión en la escuela es tarea mancomunada

Ahora bien, debemos dejarte en claro que la detección y tratamiento del TDAH en tu hijo no es tarea solo tuya y del especialista, también es necesaria una toma de conciencia, información y aceptación del TDAH dentro de la comunidad escolar.

Es imprescindible llevar a cabo campañas informativas  del TDAH con gran sentido de empatía, tratando de derrumbar viejos estereotipos y confusiones sobre tal condición, de la manera más natural posible y con el mayor respaldo científico e investigativo que se pueda.

Es necesario recalcar el vínculo entre el TDAH y la depresión en la escuela y cómo ayudar a superarla a los niños que poseen tal condición. Es posible que tú ayudes a crear un entorno mejor para el desarrollo de los niños con TDAH, independientemente si son tus hijos o no, junto a la asistencia de los médicos especialistas, maestros y padres de la comunidad escolar.