¿Cómo ayudar a un niño con asperger que no tiene amigos?

La amistad, desde la experiencia común, constituye un elemento de descubrimiento personal indispensable, más allá del carácter de una persona. Un niño o niña con Asperger, bien es sabido, enfrenta dificultades para entablar amistades pues su percepción de sí y el mundo chocan contra la de los demás niños.

Aunado a un diagnóstico oportuno del síndrome de Asperger, es preciso que manejes claves sobre cómo ayudar a un chico o chica para su integración exitosa con sus pares. Comencemos.

Elementos claves en la amistad a edades tempranas

La observación de las capacidades tanto para comprender los elementos básicos del  juego como para entender los sentimientos de los otros niños, es algo que debes realizar para detectar las dificultades de un niño o niña con Asperger cuando intenta integrarse a su entorno.

Tales capacidades a edades tempranas aproximadamente de 3 a 9 años, en cuanto al juego, consisten en esperar el turno para usar un juguete y cederlo, sin necesidad de recurrir a un actuar impositivo o autoritario.

Desde los 6 a 9 años, los niños son capaces de leer e interpretar sentimientos básicos (ira, tristeza, alegría) inherentes al juego, saben que lo que dicen o hacen influye en sus semejantes.

Respecto  a los niños con Asperger, desde los 3 a 9 años, existe una tendencia marcada a tener comportamientos irreflexivos o autoritarios, no ceder el turno para jugar, y finalmente, la poca o nula comprensión del lenguaje corporal implícito en las emociones de sus compañeros de juego.

Estas situaciones son las que paulatinamente van poniendo una barrera entre el niño con Asperger y los demás, y cada vez será más difícil para ti y los adultos del entorno derrumbar tal barrera. Un herramienta clave para ayudar a los infantes con tal síndrome es el índice de facultades para entablar una amistad. Veamos de qué se trata.

Índice de facultades para entablar amistad

Aunque no existe un estándar para la evaluación de las facultades de un niño para hacer amistades, este índice condensa aspectos que demuestran claramente cuáles son las capacidades que tiene un infante con Asperger para integrarse a un grupo en cuestión. Tales aspectos son:  

·        Consciencia de la ayuda y cómo emplearla

La asistencia a los semejantes es un gran indicador de cómo un niño puede acoplarse a su entorno de compañeros. Poder darse cuenta de cuándo prestar o recibir ayuda es esencial para medir la complejidad de su interacción en los juegos o actividades.

·        Respuesta a los cumplidos

La recepción y elaboración de elogios oportunos para cada ocasión y según la naturaleza de la interacción o actividad, nos dará una mejor idea de la vinculación o no con sus semejantes.

·        Gestión de conflictos

Ponerse de acuerdo sobre ciertas discrepancias en el juego o actividad y proseguir con el mismo es uno de los aspectos más importantes, si se busca un acoplamiento satisfactorio en la dinámica de sus semejantes.

·        Gestión de los recursos

El situarse en su lugar dentro del grupo, y cómo manejar los recursos (juguetes, conversaciones, etc.)

·        Manejo de las críticas

Reconocer el tono y ponderar la crítica, si es provechosa o es destructiva, y tener la facultad de aceptarla o rechazarla.

·        Identificación con el otro

Este sin duda es el indicador fundamental, la facultad de captar las emociones de los otros dentro del grupo escolar, es directriz que tú, el especialista y el tutor deben tomar en cuenta para ajustar el índice hacia una u otra dirección, dependiendo de las habilidades de los niños y de la naturaleza individual e intransferible de su síndrome de Asperger.

Ayudar al niño a identificar intereses comunes

El índice anterior se complementa con la asistencia para hallar esos intereses que son comunes para dos o más niños con Asperger.

La formación de una comunidad de amigos con los mismos intereses que tu hijo, puede allanar el camino hacia relaciones fructíferas. Ten en cuenta que los infantes con este síndrome presentan interés en actividad que en su mayoría son adelantadas a los otros chicos.

Las hormigas, las naves espaciales, aviones, barcos de guerra, jardinería entre otros, son actividades que pueden compartir los niños con Asperger, y según ellas, puedes hacer un esfuerzo mancomunado con otros padres para que tu hijo o hija construya lazos de gran calidad humana, minimizando posibles malentendidos y hasta rechazos.

Aun así, creemos que la integración es posible entre niños con Asperger y otros niños “normales”, y pueden aprender y nutrirse mutuamente de sus capacidades e imaginación.

El valor de los relatos para comenzar y mantener amistades

Las narraciones con las que el niño pueda identificarse y potenciar su empatía, se deben recuperar para hacer más amigable la integración del mundo simbólico del niño con Asperger con el de los demás chicos. El énfasis en abstraer conceptos como la ayuda, el juego y la empatía, facilitarán más las interacciones, juegos y amistades entre los niños.

Entablar amistad puede ser una de las experiencias más difíciles para un infante con Asperger, no obstante, creemos que si tú, el especialista y los profesores le brindan su ayuda, el niño aumentará su confianza y cultivará vínculos, desarrollando su potencial como ser humano a través de los años.